De los nervios

Abu Simbel (Egipto)

Para llegar a Abu Simbel existen 3 opciones: en autocar, en lo que llaman un convoy, que no es más que una larga fila de autocares protegidos por la policía (en Egipto, cuya buena parte de sus ingresos se debe al turismo, no pueden permitirse el lujo de que un atentado acabe con su gallina de los huevos de oro). Incluso hay algunos autobuses que llevan como pasajeros 2 o 3 policías armados con AK 47. La excursión comienza sobre las 3 de la mañana y se tarda aproximadamente en llegar unas 4 horas. Si no se pasa la noche en Abu Simbel, otras 4 horas de vuelta.

Sobrevolando Abu Simbel

Sobrevolando Abu Simbel

En avión, la opción más rápida, más cómoda y, por supuesto, más cara. En mi caso elegí esta opción porque no me apetecía en absoluto el madrugón ni estar 8 horas metida en un autocar. Y en tercer lugar si realizas un crucero por el lago Nasser que incluya Abu Simbel. Así que es cuestión de prioridades y de presupuesto, como casi siempre. El vuelo es corto, y es tal la cantidad de turistas que realizan esta excursión, que al llegar al aeropuerto una señorita de la agencia iba repartiendo tarjetas de embarque a diestro y siniestro. A mí me dieron la tarjeta de un pasajero llamado Robert Collins y con esa tarjeta de embarque volé. Al subir al avión se sienta uno donde quiere, ya que al repartir las tarjetas de embarque sin orden ni concierto, hay veces que dan varias tarjetas con el mismo número de asiento. Un desastre. Si te decides a hacer la excursión en avión, procura sentarte en el lado izquierdo del avión, porque es el lado desde el que mejor verás los templos desde el cielo.

Presa de Aswan

Presa de Aswan

Me contaba el guía que tuve en Abu Simbel, que en pleno verano, el termómetro marca más de 50 grados. Mi viaje a Egipto fue a mediados de enero y recuerdo mucho calor en la zona, así que no quiero imaginar cómo será en pleno agosto. Es por eso que durante el verano se pueden encontrar ofertas de viajes a Egipto con descuentos importantes.

Abu Simbel a primera hora

Abu Simbel a primera hora

Si realizas la excursión en avión puedes estar en el templo antes que se llene literalmente de turistas.

Abu Simbel es un complejo monumental que cuenta con dos templos: el dedicado a Ramsés II y el segundo dedicado a la esposa favorita de éste, Nefertari. Más de 20 años llevó a los maestros canteros esculpir la roca para construir los templos en 1279-1213 a.C.

Templo dedicado a Ramsés II

Templo dedicado a Ramsés II

El interior está decorado con escenas bélicas en las que siempre aparece Ramsés II como triunfador. Se encuentra en un estado bastante bueno, ya que las restauraciones aquí son continuas.

"Guardián" del templo

«Guardián» del templo

En el interior no se pueden tomar fotografías, pero son los mismos guardias de seguridad y los restauradores los que por unas pocas monedas te dejan utilizar la cámara. Es una pena que sean ellos mismos a quienes no preocupa el futuro de los monumentos. Siempre puedes hacer una foto desde la entrada y así evitar hacerlo dentro y utilizar el flash.

Interior

Interior

Los templos se mantuvieron enterrados en la arena durante cientos de años, hasta que en 1813, el explorador suizo Burkhard, quien también descubrió Petra, encontrara una parte de los templos bajo la arena del desierto.

Abu Simbel

Abu Simbel

Cuando se construyó la presa de Aswan en los años 60, y gracias a la ayuda internacional, el gobierno egipcio reubicó finalmente los dos templos, piedra a piedra. Los templos se colocaron casi 70 m por encima de donde se encontraban originalmente para evitar que el agua de la presa llegara hasta ellos.

Reconstruyendo Abu Simbel

Reconstruyendo Abu Simbel

En agradecimiento al gobierno español por su colaboración en el proyecto, el gobierno egipcio regalo el Templo de Debod a la ciudad de Madrid, que se encuentra en una de las entradas del Parque del Oeste. Es uno de los pocos testimonios arquitectónicos egipcios que pueden verse completos fuera de Egipto.

Templo

Templo

Se encuentra en la orilla sur del lago Nasser, cerca de la frontera con Sudán, a 320 km de Aswan.

Lago Nasser

Lago Nasser

El templo fue literalmente despedazado en grandes bloques de unas 20 toneladas cada uno y trasladados bloque a bloque a su ubicación actual mediante unas enormes grúas.

Atardecer en el lago Nasser

Atardecer en el lago Nasser

Durante su reconstrucción, incluso se rescataron algunas piezas que se encontraban en el fondo del lago.

El color cambia según la hora del día

El color cambia según la hora del día

El templo fue también utilizado como templo cristiano, época en la que se cubrieron con tiza paredes y techos y redecoraron sus paredes con motivos cristianos. Gracias a estar preservados durante siglos por la tiza, una vez que los arqueólogos reconstruyeron el templo, comenzaron a limpiar paredes y techos y descubrieron las inscripciones que podemos ver hoy en día.

Escenas e inscripciones en muy buen estado de mantenimiento

Escenas e inscripciones en muy buen estado de mantenimiento

Los arquitectos egipcios construyeron el templo contemplando cuidadosamente la orientación del sol, que hace que los días 20 de febrero y 2 de octubre, fechas en las que tienen lugar el solsticio de verano y el solsticio de invierno, los rayos del sol penetren directamente hasta el santuario, situado en el fondo. Las fechas podrían coincidir con el cumpleaños del faraón y la fecha de su coronación, aunque desconozco si el dato está corroborado o son sólo historias inventadas por los guías.

Continuamente en restauración

Continuamente en restauración

El templo tiene una altura total de 33 m, y las 4 estatuas de la entrada representan a Ramsés II, estatuas de aproximadamente 20 m de altura. Alguna de las estatuas sufrieron los estragos de un terremoto, que desintegró literalmente la cabeza y el torso. Al lado de las estatuas del faraón se pueden ver figuras mucho más pequeñas (no llegan a la altura de su rodilla), que representan a la madre del faraón, Nefertari, su esposa predilecta, dos de sus hijos y 6 de sus hijas. El megalómano Ramsés II debía tener un alto concepto de sí mismo al encargar una construcción con proporciones tan desiguales.

Figuras femeninas en el exterior del templo

Figuras femeninas en el exterior del templo

Ya sea en avión, en autocar o en barco, no te puedes perder la visita a Abu Simbel. Espectacular.

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