Machu Picchu es de esos sitios a los que hay que ir en la vida. Nadie debería perderse un sitio así. Hay que coger el tren hasta la estación de Aguas Calientes, un tren panorámico que te permite disfrutar de las vistas a lo largo del río Vilcanota.
En tren hacia Machu Picchu
Puedes llegar hasta Aguas Calientes tanto desde Cuzco como desde Ollantaytambo. Los precios varían desde los 68 USD hasta casi los 400 dependiendo del tipo de tren que se elija. Los más baratos suelen agotarse con bastantes días de antelación, así que es importante reservar.
Río Vilcanota
Machu Picchu es conocida como la ciudad perdida de los Incas, aunque realmente nunca estuvo perdida. Así como Abu Simbel o Petra tuvieron que ser redescubiertas, en el caso de Machu Picchu se trató sólo de que hasta principios del siglo XX no obtuvo el reconocimiento que merecía. Situada a 112 km de Cuzco (3 horas en tren), y con una altitud total de 2.350 m sobre el nivel del mar es de los lugares más interesantes de Perú y de toda Sudamérica.
Desde Aguas Calientes hay que coger un autobús, que recorre la zigzagueante carretera hasta la entrada a las ruinas (12 USD i/v). Aunque los hay tan valientes o tan locos que realizan este tramo a pie. Sólo el recorrido hasta la entrada ya merece la pena por las vistas.
Montañas que rodean Machu Picchu
Los extranjeros pagan un precio fijo de 128 USD, y los niños el 50%. Si deseas subir al Wayna Picchu, que es la montaña que está justo encima de las ruinas, hay que pagar 30 USD más. Este último trayecto sólo permite el ascenso de 200 personas, ya que es un ascenso estrecho y hay que evitar las aglomeraciones.
Desnivel de Machu Picchu
Arriba el sol pega con fuerza, y también lo hace el aire. Suele llover y casi siempre hay bastantes mosquitos, así que un buen repelente puede ser útil.
Machu Picchu
Y entonces es cuando puedes admirar de cerca esta maravilla. Las ruinas están rodeadas de montañas cubiertas con una densa vegetación, y fueron construidas en el siglo XV por el inca Pachacutec. Perdidas durante siglos para los ojos de muchos, fueron «redescubiertas en 1911 por Hiram Bingham.
Machu Picchu
La ciudadela combina la fuerza visual y espiritual de ruinas incas y naturaleza. Consta de dos zonas: la reservada a la ciudad y la zona en la que cultivaban los campos en terrazas construidas por ellos.
Machu Picchu
Todas las construcciones se realizaron en piedra y se rodeaban de espesos muros para protegerse de los terremotos. Es el sueño para cualquier amante de la fotografía, profesional o amateur.
Vistas a las montañas
La estación lluviosa comprende de Noviembre a Marzo y la estación seca de Abril a Octubre.
Altos tejados cubiertos de paja
Si te encuentras en forma y decides subir a Huayna Picchu, te llevará unos 30 o 45 minutos, pero puedes realizar alguna parada para tomar aire y deleitarte con las vistas. Es mejor que hagas el ascenso a primera hora, ya que después suele haber mucha más gente.
Vistas impresionantes
No sé si habrán cambiado mucho o no las normas de la ciudadela, pero cuando estuve yo veías turistas encaramados a los sitios más insospechados para hacerse una foto original. Encaramados en los tejados saltaban hasta el suelo para esa toma original. No creo que un par de turistas que hagan eso afecte a las ruinas, pero la sensación que tuve es que casi todo estaba permitido en Machu Picchu.
Muros que rodean la ciudadela
Valle del Urubamba
Quizá hayas oído hablar de un tren local muy económico que llega hasta Aguas Calientes. Olvídate, este tren está reservado para los habitantes de Cuzco, y sólo pueden acceder a él los nacionales que presenten su identificación.
Vistas inigualables
Parece que últimamente, si entre tu equipo fotográfico llevas un trípode o una lente de más de 200 mm se considera equipo profesional, y te obligan a pagar 300 USD. Así que procura llevar uno de esos pequeños en tu mochila o te harán pagar por «profesional». Por supuesto que Machu Picchu merece la pena, pero desde que fue elegida maravilla del mundo en 2007, los precios se han vuelto desorbitados.
Maravilloso Machu Picchu
Otro consejo/advertencia es que no des dinero a los niños que se suben al autobús y apuestan con los turistas. No es más que otro tipo de explotación, esta vez por parte de sus padres.
De los nervios 