De los nervios


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Un chollo de viaje: cómo organizar viajes baratos

Empiezo este artículo diciendo que los viajes baratos o viajes chollo no existen. Al menos yo nunca he encontrado ninguno. He oído hablar muchas veces de gente que ha volado a Pekín por 200€ o que ha encontrado una habitación en Nueva Delhi por 15€. Jamás he encontrado un chollo de este calibre, así que o no existen o son muy difíciles de encontrar y conseguir. Sigue leyendo


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Manías de una viajera

No sé si me he hecho más maniática desde que viajo sola o, a medida que van pasando los años, los defectos como las manías se acentúan. Es más, voy añadiendo manías que no son propiamente mías, sino de otros viajeros con los que coincido y pasan a formar parte de las mías.

Siempre elijo asiento de pasillo Si tengo que viajar en avión me parece mucho más cómodo que hacerlo en la ventanilla por varias razones: en los vuelos largos puedes levantarte del asiento y sentarte todas las veces que quieras sin molestar a nadie, incluso dar algunos paseos cuando se entumecen las piernas. Tienes unos centímetros extra para tus piernas, aunque también corres el riesgo de los golpes que te pueden dar las azafatas con los carritos si te duermes y ocupas parte del pasillo. Otra ventaja es que normalmente los aviones no se llenan. En viajes largos, una vez que se han cerrado las puertas del avión puedes levantarte rápidamente y ocupar asientos vacíos (a veces he ocupado hasta 4 asientos y he volado tumbada completamente). Pero como en todo, cada vez la gente está más pendiente de esos asientos vacíos y están pendientes también de ocuparlos, así que hay que ser rápido. Si los aviones son de tipo 3-4-3 o 2-3-2 jamás elijo un asiento en medio de otros dos pasajeros. Esa posición es un infierno claustrofóbico.

Con tiempo en el aeropuerto Como mínimo 2 horas y media si es un vuelo internacional. Gracias a eso una vez que volaba a Suiza mi documentación no estaba en regla y pude hacerme un pasaporte de urgencia en la terminal del aeropuerto. Si por ejemplo sales de la T4 de Barajas hay que contar con el tiempo que tardas en trasladarte en tren desde la propia terminal a la zona de embarque. Una vez allí, los pasillos son extremadamente largos y con muchas puertas de embarque, recorrido que no podrás completar si vas con la hora muy ajustada. Cuando llego a la terminal, primero ubico dónde está mi puerta de embarque, y si me sobra tiempo me dedico a ver tiendas, ir al baño o comer algo, pero siempre calculando lo que tardaré en regresar a ella.

Seguro de viaje Sé que este es un punto en el que no suelen pensar mucha gente que viaja. «¿Seguro?, ¿Para qué?. Como he pagado los billetes con mi tarjeta de crédito ya llevo un seguro». Sí,… pero no. Efectivamente ya llevas un seguro ¿pero sabes qué coberturas tiene?.  Yo siempre contrato un seguro con una cobertura médica amplia, y con «amplia» me refiero a que me cubrirá cualquier percance médico en el extranjero. La sanidad en el extranjero es muy cara, y hay determinados países en los que no es aconsejable acudir a la sanidad pública. Incluso muchas veces no somos conscientes que en caso de necesitar una intervención urgente, el desplazamiento al hospital debe hacerse por el medio más rápido, lo que equivale a decir mucho dinero.  Hay países que exigen que contrates un seguro  médico para poder entrar.

Compañías de seguros hay muchas especializadas en viajes. Lo que es obvio, sin desmerecer a ninguna, es que un seguro de viaje barato tendrá pocas coberturas. Nadie regala nada, y en el mundo de los seguros, como en todo, ya está todo muy estudiado. Lo normal es no necesitar ningún tipo de asistencia médica. algo que pensamos todos. Pero ¿y si ocurre algo?. Realmente, lo que cuesta un buen seguro de viaje es un pequeño porcentaje del presupuesto total, pero te da una seguridad y tranquilidad que bien merecen esos euros gastados.

Ten en cuenta que al ingresar en un hospital tendrás que hacer un depósito en efectivo o con tu tarjeta de crédito si no tienes seguro.

Te dejo dos ejemplos con los que vas a disipar todas tus dudas, y seguramente en tu próximo viaje pensarás 2 veces si merece la pena escatimar en este apartado:

Escucha la llamada desesperada de un viajero español en México

Vídeo sobre la odisea de dos navarras en Turquía

Vacunas Este es otro apartado que normalmente se ignora a la hora de viajar. Dependiendo del destino, es importante que acudas a un Centro de Vacunación Internacional. Hay países que exigen vacunaciones obligatorias, y otros que recomiendan alguna vacuna o profilaxis. Si sueles viajar a Asia, África o Sudamérica, es mejor que sigas las recomendaciones de los médicos especializados en enfermedades tropicales. Contraer alguna de ellas no es ninguna broma.

Podrás leer en diversos foros sobre viajes la polémica sobre la profilaxis contra la malaria. La malaria no tiene vacuna, sino una profilaxis o tratamiento preventivo consistente en pastillas que has de empezar a tomar 3 días antes de llegar a tu destino y una semana después. He leído muchos comentarios sobre gente que ha tomado el medicamento y ha acusado efectos secundarios variados. Yo lo tomo y jamás he tenido un efecto secundario, quizá porque la tomo una hora antes de acostarme y no acuso ningún tipo de malestar. Soy blanco fácil para mosquitos, y si puedo evitar o paliar el contagio de malaria, al menos me siento más tranquila.

No hagas caso de comentarios en foros o de conocidos. Con la salud no se juega.

Documentación Comprueba los requisitos de entrada del país al que vas a viajar. DNI. pasaporte, visado. No viene mal llevar un par de fotos tipo carnet, ya que en algunos países las piden. Ten en cuenta la validez de tu pasaporte (al menos 6 meses posteriores a tu fecha de regreso), y que disponga de las suficientes páginas en blanco para que puedan estampar el sello de entrada y salida del país en el control de pasaporte de los distintos países que visites. Puedes renovar tu pasaporte si éste se encuentra deteriorado o caduca antes de los 6 meses de tu fecha de regreso.  Siempre llevo fotocopia de DNI y pasaporte; no son documentos válidos para viajar, pero te facilitarán las cosas en caso de extravío.

 

Equipaje Yo suelo viajar con una maleta de ruedas y una mochila. Sé que es poco práctico llevar maleta a determinados destinos, pero teniendo en cuenta las horas que pierdes en aeropuertos, prefiero no estar cargando con una gran bolsa de viajes.

Llevo los artículos que no quiero perder en la mochila que subo a la cabina (cámaras, cargadores, portátil, etc). Los amigos de lo ajeno tienen un olfato especial para saber qué maletas contienen objetos valiosos. ¿Y los cargadores?. Pues siendo una aficionada a la fotografía, prefiero llevar cargadores y objetivos en la mochila antes que se pierdan en una maleta que nunca aparezca.

Viajando a Lombok (Indonesia), por ejemplo, me trasladé en barco a las islas Gili. En las islas el transporte a motor está completamente prohibido, y no existe un embarcadero como tal. Te bajas a unos metros de la orilla y tienes que cargar con la maleta. En momentos como ese odié llevar una maleta de ruedas, pero comparado con el tiempo que me ha sido práctica, cargar con ella a través de la playa me parece insignificante.

Siempre plastifico la maleta. ¿Exagerada? puede. No quiero llevarme sustos a la hora de pasar los controles de aduanas de determinados países. No lo hago por evitar que alguien sustraiga algo de mi maleta, sino para evitar que alguien introduzca algo en ella. Me llevo siempre un rollo de plástico de cocina y la embalo yo misma si dudo que existirá en el aeropuerto de destino un servicio como ese. Supongo que la posibilidad de que me ocurra algo así es remota, pero plastificando la maleta, la posibilidad es prácticamente nula.

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Cuando haces el check-in en cualquier aeropuerto o rellenas el formulario de entrada que te dan en el avión antes de llegar a destino, cuando contestas con un «sí» a la pregunta ¿Ha hecho usted mismo su equipaje?, aceptas tácitamente que eres responsable de tu equipaje y su contenido. Si eso te ocurre en un país en los que las garantías de los detenidos son más que dudosas, merece la pena tomarse el trabajo de plastificar tu maleta. No es una broma, introducir droga, por ejemplo, en algunos países, conlleva la pena de muerte.

 

Sensatez Cuando viajas al extranjero debes tener los sentidos alerta, desconfiar de todo y de todos sin llegar a la histeria. Diferentes países, diferentes costumbres, maneras de vestir, prácticas religiosas, etc. Respeta para que te respeten, aunque te parezcan normas o costumbres ridículas. Si eres aficionado a la fotografía pide permiso siempre que vayas a fotografiar a alguien, puedes evitar sorpresas desagradables.

Ánimo Sólo espero que todo lo que he contado anteriormente no te asuste o desanime. Hay cosas que ocurren, no tienen que ocurrirte a tí, pero siendo un poco sensato puedes evitarlo. Sólo te animo a que viajes, en la forma que sea, y que si lo haces solo lo disfrutes, que seguro repites.

«Viajando aprenderás a ser desconfiado, pero a la vez descubrirás que hay muchas personas verdaderamente buenas en el mundo, con las que nunca has tenido ni tendrás más relación, que están dispuestas a prestarte una ayuda desinteresada»(Darwin, 1839).