De los nervios

Cataratas de Iguazú (Brasil)

Siempre que he contado mi viaje a las Cataratas de Iguazú (o cataratas do Iguassu)me han preguntado si prefiero las cataratas desde su lado brasileño o desde su lado argentino. A mí me parecieron mucho más espectaculares desde el lado brasileño, por eso las incluyo en Brasil. Son impresionantes desde ambos lados, pero quizá, aun más impresionantes desde su vertiente brasileira.

Sobrevolando el río Iguazú

Sobrevolando el río Iguazú

Cuando el avión se aproximaba al aeropuerto, el comandante muy amable avisó por megafonía que íbamos a sobrevolar las cataratas, que inclinaría un poco el avión sobre su eje para que todos pudiéramos verlas. Yo viajaba sola, y a mi lado se había sentado un tipo odioso que no paró de hablarme todo el vuelo. Estaba nervioso y le sudaban las manos, se notaba claramente que le daba miedo volar. Soy un poco rara, y a veces la gente me parece muy molesta. No soporto que me hablen cuando claramente yo no quiero seguir una conversación, que se hagan los simpáticos y amables conmigo, y sobre todo, que me toquen. Debo tener algún tipo de problema de carácter psicológico/psiquiátrico que me hace odiar el simple roce de algunas personas. Pues bien, cuando el avión comenzó a inclinarse, mi odioso compañero de asiento no tuvo mejor idea que agarrarse de mi brazo fuertemente y exclamar: ¡Ayyyyyy!. Pensé que me lo cargaba. Intento no ser borde y menos maleducada con la gente, pero le clavé la mirada, puse el gesto muy serio, sacudí el brazo hasta que conseguí zafarme de él y sólo exclamé: ¡Por favor!. Cuando ya habíamos aterrizado y el avión se dirigía a la terminal, el hombre se deshacía en disculpas, explicándome que habían sido los nervios y el miedo lo que le habían hecho agarrarse de mi brazo. Estaba que me subía por las paredes, casi como si me hubiera tocado una teta en pleno vuelo o me hubiera levantado la falda para pellizcarme el culo, y le dije:» Debería plantearse viajar en coche, tren o autobús si le da miedo volar para no molestar a la gente, y menos tocar a alguien que no desea ser tocado». Vale… conforme lo escribo, reconozco que soy borde.

Las cataratas de Iguazú desde el helicóptero

Las cataratas de Iguazú desde el helicóptero

Había estado unos años antes en Nueva York, donde se me ocurrió realizar una visita por la gran manzana en helicóptero. Otra idea absurda de las mías. No por la visita en sí, sino porque la hice en un helicóptero muy viejo que temblaba y traqueteaba durante el vuelo. Las ventanillas no paraban de vibrar de manera sospechosa, y ni siquiera tenía cinturones de seguridad, aunque a la altura a la que vuela, los cinturones no creo que puedan hacer mucho. Cuando el helicóptero me dejó al lado del puente de Brooklyn me juré a mí misma no volver a montar en helicóptero, ya que había sobrevivido al terrorífico vuelo sobre Manhattan.

En cuanto entré en el parque Nacional de Iguazú en Brasil me propusieron ver las cataratas en un helicóptero. Y me subí al helicóptero… Cuando estaba sobrevolando los saltos de agua pensé que si el helicóptero se caía en ese momento no encontrarían de mí un trozo mayor a 1 o 2 cm, pero desde luego las vistas merecían la pena. El vuelo lo hice con una pareja de armenios y un argentino. El argentino, por supuesto, fue el que se sentó al lado del copiloto ¡Cómo odié a ese tipo!. La empresa graba vídeos de los clientes al subir al helicóptero. En el vídeo aparezco yo subiendo, con una carrera muy ridícula y mientras agacho la cabeza e incluso me la sujeto con las manos como había visto 1000 veces que hacen en las películas. Los armenios y el argentino, aunque las aspas ya están en movimiento, caminan por la pista tranquilamente erguidos, y detrás aparezco yo en plan patético dando zancadas por la pista imitando a los actores de las películas americanas. ¡Qué bochorno!. El vídeo, por supuesto lo tengo escondido en casa y jamás se lo he enseñado a nadie.

Sobrevolando la garganta del diablo

Sobrevolando la garganta del diablo

No entiendo a quién se le ocurren los nombres cuando hay que bautizar un lugar que por sí ya da miedo. Que el piloto gire el helicóptero y se incline, que se acerque, y que encima te diga por los auriculares que estás sobrevolando «La garganta del diablo» no produce otra cosa que inquietud y zozobra, aunque es verdad que el sitio es espectacular.

Hoteles cerca de las cataratas

Hoteles cerca de las cataratas

El vuelo en helicóptero es impresionante, pero las cataratas impresionan mucho más cuando paseas a través de las pasarelas y caminos en el Parque Nacional y eres consciente de sus verdaderas dimensiones. El paseo en helicóptero, que no dura más de 20 minutos cuesta 70 USD

Cataratas de Iguazú. Impresionantes

Cataratas de Iguazú. Impresionantes

Si te lo puedes permitir, alójate en el hotel Sheraton Iguazú. Desde las habitaciones, el restaurante, las terrazas y la piscina se pueden ver las cataratas. Al amanecer tienes vistas impresionantes, y durante la noche es imposible dormir con las puertas de la terraza cerrada, no sólo por los mosquitos (que los hay, y muchos), sino por el ruido atronador de las cataratas. Con un buen repelente, sentarte en la terraza al atardecer es un lujo que difícilmente olvidarás.

Impresionantes

Impresionantes

Algunos hoteles de lujo preparan un aperitivo excelente a sus clientes en la base de las cataratas. ¡Esto es vida!

Aperitivo en Iguazú

Aperitivo en Iguazú

Puedes coger un pequeño tren, trayecto de casi 2 km que si no tendrás que hacer andando, con parada en la base de las cataratas. Desde sus miradores tendrás una magnífica panorámica de las cataratas. Hay una torre con ascensor en su interior que te dejará en la parte superior de las cataratas, desde donde tendrás una vista de 360 grados espectacular. El 70% de las cataratas de Iguazú se encuentran en territorio argentino, pero será desde el lado brasileño desde donde tendrás mejores vistas de las mismas. Mi guía durante la excursión a las cataratas utilizó un símil muy gráfico: Imagina un campo de fútbol. El terreno de juego serían las cataratas, que en su mayor parte pertenecen a Argentina, pero desde donde verías mejor el partido sería desde las gradas, que sería Brasil.

Cataratas do Iguassu

Cataratas do Iguassu

Hay muchos miradores desde los que ver las cataratas, algunos de ellos construidos sobre el mismo agua.

Mirador en las cataratas de Iguassú

Mirador en las cataratas de Iguassú

Mi consejo es que veas las cataratas desde ambos lados, pero que dejes bastante tiempo para el lado brasileño, mucho más espectacular. Iguassu significa «Agua Grande». Antes de llegar a las cataratas, el río tiene una anchura de 1.200 m pero al llegar a las cataratas se estrecha hasta los 800m, lo que te puede dar una idea de la velocidad y la fuerza con la que cae el agua casi 800 m.

Las cataratas desde uno de los miradores

Las cataratas desde uno de los miradores

También puedes visitar el Parque de los pájaros, con más de 150 especies. La visita durará alrededor de 2 horas, y el precio es de 8 USD. Abren de 8:00 a 17:00, por lo que es una buena opción para visitar a última hora de la tarde o primera de la mañana.

Más de 150 variedades de pájaros en Iguassu

Más de 150 variedades de pájaros en Iguassu

Si te dan miedo los animales (como a mí), debes tener cuidado con los capibaras. Son los roedores más grandes del mundo según Wikipedia. Es decir, como ratas enormes que no tienen ningún problema en saltar sobre ti, sobre tu mochila o sobre la mesa (si te encuentras en una terraza) para coger cualquier cosa que consideren comida. También según Wikipedia pueden llegar a pesar 65 kg y medir 1,30 m. Son gordos, bajitos, peludos y rechonchos, con unos dientes enormes (en esto no me hagas caso, porque es sólo producto de mi imaginación), pero sí es cierto que en cuanto estés comiendo algo aparecerán por decenas a tu lado. Monísimos, vaya…

Capibara o carpincho

Capibara o carpincho

Mi guía me advirtió sobre los capibaras, aunque a mí me sonaba a alguna tribu. Dudaba que tan lejos del Amazonas hubiera allí aún tribus. Cuando me contó lo que eran y lo que hacían iba con 1000 ojos andando por los senderos.

El futbolista argentino Diego Armando Maradona, conocido en todo el mundo por ser un gran futbolista y un gran bocachancla, declaró a la prensa: “conozco las Cataratas del Niágara, pero las Cataratas del Iguazú son majestuosas, no hay como compararlas».“Yo conocí las cataratas del Niágara y me dijeron que las hicieron detonando dinamita. Nosotros tenemos nuestras Cataratas del Iguazú que son naturales. Si fueron declaradas como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo es porque se dieron cuenta de que esto sí es maravilloso y lo otro no es natural, es a base de bombas”. Y yo le digo al bocazas de Maradona: En efecto, las cataratas de Iguazú son impresionantes, pero lo son aún más las cataratas do Iguassu. Es decir, desde su lado brasileño.

He tenido la gran suerte de conocer las cataratas de Iguazú, las Victoria y las de Niágara. Las últimas, las más pequeñas, son espectaculares, pero eclipsadas por las megaconstrucciones que se han levantado al lado con luces, neones, edificios monstruosos, tiendas, restaurantes, Se han cargado lo que podía ser una maravilla. Las de Iguazú maravillosas, sobre todo en su lado brasileño. Pero personalmente, para mí, las más hermosas son las cataratas Victoria , entre Zambia y Zimbabwe: realizar un safari por el río Zambeze viendo a los hipopótamos dormitando en el agua, ninguna construcción que desentone con el entorno natural, las jirafas paseando, los elefantes bajando a beber antes que se ponga el sol, observar el atardecer desde el barco y observar las cataratas………….señor Maradona, lamento decirle que son las mejores del mundo.

2 pensamientos en “Cataratas de Iguazú (Brasil)

  1. ¡Gracias por la información! Pero he de decir que el animalito de la imagen es un coatí 🙂

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