De los nervios

Luang Prabang (Laos)

El título de esta entrada no es mío. Muchas veces elijo un destino leyendo un libro sobre cualquier país que hace que necesite conocerlo y ver con mis propios ojos lo que se cuenta sobre él. Eso me ocurrió con Laos. Javier Nart, abogado y escritor, escribió un libro sobre una ruta del Mekong (VIaje al Mekong. Ed. Martínez Roca, 2001), donde declaraba Luang Prabang como la ciudad más bonita del mundo. Decir esto sobre cualquier ciudad es aventurado, ¿Cómo se puede valorar que una ciudad es la más bonita del mundo?. Yo he conocido muchas ciudades, muchas ciudades bonitas, pero no sabría decir cuál es la más bonita del mundo. Siempre pienso que la ciudad o el lugar más bonito del mundo aún está por llegar.

Reconozco que Luang Prabang es una de las más bonitas que he conocido. Cuentan los que ya han estado allí que es difícil abandonar la ciudad, que cuesta dejarla, y es cierto. Es una ciudad para disfrutar de ella, para pasear por sus calles, para sentarte en una terraza a observar tranquilamente la vida diaria de la ciudad, el ajetreo de barcos en el Mekong, pasear por sus calles repletas de edificios coloniales cruzándote con monjes de todas las edades con sus túnicas color azafrán, visitar los más de 80 templos con los que cuenta, etc. Luang Prabang es un lujo.

Luang Prabang

Luang Prabang

Bordeando los ríos Mekong y Nam Kha, Luang Prabang ofrece al visitante unas vistas increíbles sobre huertos cultivados por monjes, puentes de bambú, templos y residencias de monjes, mercados al aire libre. etc. Muchas culturas se han desarrollado a lo largo del río Mekong, jugando un papel muy importante en la que fue la ruta del opio y víctima de uno de los conflictos bélicos más sangrientos del siglo XX. Luang Prabang es la ciudad más conocida y turística de un país que es de los más desconocidos de Asia, pero no por ello menos interesante.

El río Mekong al atardecer en Luang Prabang

El río Mekong al atardecer en Luang Prabang

La ciudad ha fusionado perfectamente la arquitectura colonial francesa con la arquitectura budista de sus numerosos templos. Pasea por su calles, entra en los patios de los templos y visita las escuelas de los monjes, disfruta de esta maravillosa ciudad. Algo que me sorprendió bastante es la buena acogida que me dieron en todos los templos que visité. Los edificios religiosos y quienes los cuidan suelen ser bastante desconfiados y mantienen una actitud expectante frente al turista. Luang Prabang es la primera ciudad donde me he sentido no sólo bien acogida, sino bienvenida en sus templos y escuelas para monjes. Incluso en uno de ellos uno de los sacerdotes me invitó a ver la ceremonia y a comer después con ellos. Quizá es por ese sentimiento de «compasión» que suscito en mucha gente por viajar sola. Mucha gente debe pensar que soy digna de lástima porque creen que no tengo con quién viajar, cuando ni se les pasa por la cabeza que lo hago de manera voluntaria.

Escuela de monjes en Luang Prabang

Escuela de monjes en Luang Prabang

10 cosas que hacer si visitas Luang Prabang

1. Takbat, la ceremonia de las limosnas Cada día sobre las 5:30 de la mañana, centenares de monjes de todas las edades salen de cada templo y recorren la ciudad con sus túnicas de color azafrán. Con una bolsa en bandolera, transportan su única posesión: una olla en la que guardan la comida que les entregan los fieles. De rodillas delante de cada templo, introducen un puñado de arroz o verduras. Los monjes caminan en procesión, formando una larga fila. Aquí tienes más información sobre esta ceremonia.

Ceremonia de Tak Bat en Luang Prabang

Ceremonia de Tak Bat en Luang Prabang

2. Disfruta la ciudad Pasea por sus calles. Templos y edificios coloniales de colores vivos junto a restaurantes, bares, la orilla del río Mekong o el Nam Tha. Puedes contratar un barco por muy poco dinero para cruzar el Mekong o utilizar el servicio regular de barcos que utilizan los locales para cruzar a la otra orilla. Piérdete por Luang Prabang

Edificios de la época colonial

Edificios de la época colonial

3. Templos de Luang Prabang Wat Xieng Thong, Wat Mai Suwannaphumaham o Wat Mai son 3 de los más de 80 templos de la ciudad. Quizá éstos son los más conocidos y visitados por los turistas, pero callejeando encontrarás muchos, bastante más pequeños, con un gran encanto. En todos serás bien recibido por los monjes e incluso podrás visitar sus escuelas. Todavía hoy, las familias laosianas deciden enviar a sus hijos a un monasterio budista en un templo de Luang Prabang para asegurarles el sustento y la educación. No existe ningún vínculo o contrato por el que estos niños al hacerse adultos no puedan abandonar el monasterio.

Templo de Luang Prabang

Templo de Luang Prabang

4. Cataratas de Kuang Si y Tad Sae Aproximadamente a una hora de la ciudad puedes disfrutar de unas cataratas que, aunque no son espectaculares, están en un entorno precioso. Saltos de agua, puentes, pequeñas cascadas, piscinas naturales de arena blanca y aguas turquesas. Dependiendo de la época del año las corrientes son más o menos violentas, y en la época de lluvias llegan a anegar una gran parte de terreno alrededor. No hace falta que contrates una excursión para visitar las cataratas. Contrata el transporte con algún conductor en la ciudad para ir hasta allí, que espere una o dos horas (tiempo suficiente para visitar las cataratas) y regresar a la ciudad (negocia el precio antes).

Cataratas Pak Ou

Cataratas Pak Ou

5. Monte Phou Si Las mejores vistas de la ciudad , de las montañas que la rodean, los ríos y los templos lejanos pueden verse desde los 100 metros de altura del monte Phou Shi. Para subir cuenta con 328 escalones en tramos empinados difíciles de subir. Te cuento el truco: para subir a la cima existen una subida y una bajada «oficiales». La subida oficial es la de los 328 malditos escalones que te dejan sin aliento. Te recomiendo que subas por la «salida». Son tramos pequeños, con mesetas planas donde hay estatuas y pequeñas cuevas, trayecto mucho más fácil y bonito para llegar a la cima. Ojalá alguien me hubiera recomendado este trayecto antes de mi visita a Phou Shi.

Subida "fácil" al monte Phou Shi

Subida «fácil» al monte Phou Shi

6. Cuevas de Pak Ou En este caso los medios justifican el fin, y no al revés. Es decir, las cuevas en sí no son nada espectaculares, pero sí el trayecto hasta ellas. Viajar en una barcaza hasta allí a poca velocidad y disfrutar de las vistas es una experiencia inolvidable. Te puedes acercar al embarcadero y sumarte a cualquier excursión o contratar un pequeño barco. No hace falta que sea una visita guiada, ya que lo más importante es disfrutar de la travesía. Al llegar a Pak Ou, unas escaleras suben hasta una capilla instalada en una de las cuevas más grandes, con cientos y cientos de figuras de Buda de todos los tamaños.

Vistas desde las cuevas de Pak Ou

Vistas desde las cuevas de Pak Ou

7. Laos, el país del millón de elefantes Al igual que en Tailandia, puedes visitar varios campamentos donde viven los elefantes, adiestrados y enseñados por mahouts. A mí particularmente me espantan este tipo de sitios, en los que te enseñan cómo el elefante juega al fútbol con un pequeño balón, pintan con grandes brochas y hacen «monadas». No me atrae en absoluto este tipo de sitios donde todo está hecho para el turista, pero apartado de lo que hace y cómo vive realmente un elefante. En un pequeño pueblo a lo largo del Mekong conocí a unos australianos que iban a montar en elefante por la selva. Una pequeña manada de elefantes que no hacen «turistadas» como los de los campamentos, pero con los que puedes dar un paseo por la selva o bañarte en el río. Yo tuve la mala suerte que me tocó el único elefante constipado o con alergia de la manada. Cruzando el bosque comenzó a estornudar: levantaba la trompa y la colocaba en vertical, para después estornudar y lanzar por ella más de medio kg de moco encima de nosotros. Lo hizo varias veces durante el trayecto. Íbamos en un elefante un australiano y yo, y nos llevamos una gruesa capa de moco, ya que el elefante estornudó varias veces. No hay que decir que mientras, los australianos que montaban en los otros elefantes reían sin parar y nos hacían fotos cada vez que nuestro elefante estornudaba. Por suerte, finalizado el paseo nos metimos en el Mekong con el elefante y pudimos deshacernos de gran parte del moco.

Baño con los elefantes en el Mekong

Baño con los elefantes en el Mekong

8. El puente del río Khan (Nam Khan) En el extremo de la ciudad, antes de la curva donde el río Khan se une al Mekong, existe un puente hecho de bambú que llamó mucho mi atención. El puente lo construyen todos los años, ya que en la época de lluvias el agua sube de nivel, arrasando el puente y anegando los huertos de las orillas. El puente han de construirlo cada año, por lo que para cruzarlo tienes que pagar una pequeña cantidad de dinero para colaborar en su construcción. Puedes cruzarlo y subir hasta alguna terraza donde disfrutar de las vistas al otro lado del río tomando un refresco y disfrutando del atardecer. Cruzando el puente, que a primera vista parece inestable, te darás cuenta el duro trabajo de construir algo que el agua se llevará en pocos meses. También «reconstruyen» los huertos cercanos al río cada año, ya que quedan sumergidos en el agua, pero la tierra se vuelve rica y fértil por la cantidad de nutrientes que deposita el agua del río en esas tierras.

Puente de bambú en Luang Prabang

Puente de bambú en Luang Prabang

9. El mercado nocturno Todas las noches, al atardecer, cientos de comerciantes laosianos se afanan con bolsas, lonas y cientos de artículos preparando el mercado nocturno. Colocan sus puestos a lo largo de la calle principal (Sisavangvong), aproximadamente desde el Museo Nacional hasta la oficina de correos. Bolsas, telas, manteles, especias, té envasado en bolsas que pintan a mano, artesanía. Puedes encontrar de todo en este mercado. Dar una vuelta después de anochecer por el mercado es una experiencia única.

Mercado nocturno de Luang Prabang

Mercado nocturno de Luang Prabang

10. Comida laosiana Luang Prabang está muy desarrollada turísticamente. Puedes encontrar restaurantes de todo tipo y presupuesto, sobre todo a lo largo de la calle principal. Pero muchas veces encuentras pequeños restaurantes encantadores en las bocacalles, puestos de comida en todos sitios, y un gran «mercado de comida» al final del mercado nocturno en la calle principal. Los locales cocinan productor típicos de la región, y tienen unas mesas estrechas donde no hay más remedio que compartirlas con otros turistas: arroz, pescados, verduras, brochetas. Los precios son económicos, y en algunos puestos, por una pequeña cantidad de dinero puedes comer tipo buffet.

Comida fresca y variada en Luang Prabang

Comida fresca y variada en Luang Prabang

Y por último, recomendarte que visites Luang Prabang. Quizá no sea la ciudad más bonita del mundo, pero yo estoy de acuerdo con muchos viajeros en que sí es una de las más hermosas.

Aquí puedes ver un mapa de la ciudad de Luang Prabang y sus principales atracciones.

2 pensamientos en “Luang Prabang (Laos)

  1. Hola, me gustaría saber cuál es el sitio en el que hiciste lo de los elefantes. Quiero hacer un paseo de estos que no hacen «turistadas». Te acuerdas por dónde es?

    • Hola. Sí, me acuerdo. Durante el paseo por el río y tras visitar las cuevas de Pak Ou, el río Houay Yan hace una pequeña curva y ahí paró el que manejaba la barcaza para ofrecernos esta excursión. En la orilla izquierda del río. Lo digo con tanta exactitud porque llevaba una cámara Nikon que tiene la posibilidad de activar un GPS para la localización exacta del lugar donde se han realizado las fotos.
      Un saludo

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