De los nervios


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Islas Gili, otro paraíso asiático

Soy incapaz de enumerar lo que para mí son paraísos en la tierra, lugares que he visitado que me han parecido espectaculares. Pero la mayoría de ellos se encuentran en el continente asiático. Sus playas, sus paisajes, sus colores vibrantes y su gente, siempre tan amable.

Cuando planificaba mi viaje a Bali empecé a leer sobre Lombok y sobre las islas Gili, 3 islas muy pequeñas situadas al norte de la isla de Lombok. Me llamó la atención que en ninguna de ellas esté permitido el uso de vehículos a motor, por lo que pensé que sería el típico lugar que me gustaría. Existen muchas empresas que te llevan a las islas Gili desde Bali. En mi caso, lo contraté desde Ubud, e incluía el traslado a la costa este de Bali para desde ahí coger el barco rápido a las Gili. Los precios suelen ser muy parecidos, y hay multitud de agencias en Ubud o Kuta con las que contratar el traslado. A mi vuelta tenía contratado sólo el barco, ya que me esperaba mi guía en el puerto porque quería conocer las playas del este de Bali. Sigue leyendo


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Bali, un paraíso asiático

Creo que Asia cuenta con varios paraísos, y entre ellos se encuentra Indonesia. Formada por miles de islas, mi destino fue la gran isla de Bali y Lombok. Después de un largo viaje, nos juntamos en el aeropuerto de Denpasar los pasajeros de varios vuelos, por lo que las colas de inmigración son interminables. Hay un sistema «VIP» por el que por unos 20 USD directamente te cuelas. Un tipo con un carnet colgado te pide tu pasaporte, le das el dinero y desaparece. Y entonces piensas .¿Ay mi madre si no vuelve con el pasaporte!. Pero vuelve. No sé hasta qué punto es una práctica muy legal, el caso es que todos estos intermediarios llevan colgada su acreditación con su foto y varios sellos estampados. A mí me pareció un vuelo bastante largo, y no estaba dispuesta a esperar otra hora en una larga cola, así que pagué muy contenta el dinero por colarme.

Mi hotel en Ubud

Mi hotel en Ubud

Mi primer destino en la isla era Ubud, una población bastante céntrica desde donde pensaba realizar visitas con un conductor contratado por mí previamente por algunas zonas de la isla. Ubud es a día de hoy una zona muy turística, y es fácil contratar desde aquí conductores. Cuenta con varios templos que puedes visitar, y de noche hay buen ambiente, con restaurantes y lugares donde tomar una copa.

Piscina del hotel en Ubud

Piscina del hotel en Ubud

Mi habitación se encontraba en la planta baja de un bungalow. Un hotel encantador, cerca de todo, que cuenta con una gran extensión con varias decenas de bungalows, dos piscinas, restaurante, y unos jardines muy cuidados y agradables. Sentarse en el porche viendo el amanecer no tiene precio. Todos los empleados del hotel van vestidos a la manera tradicional con su falda tipo pareo (batik), su camisa blanca de manga corta y su pañuelo anudado en la cabeza. Por todo el hotel hay diversos altares pequeños donde cada día los indonesios hacen sus ofrendas.

Altar instalado en los jardines del hotel

Altar instalado en los jardines del hotel

El primer día se presentó mi guía conductor tarde, lo que sería casi una norma durante mi estancia en Ubud. Creo que lo contraté porque se llamaba Putu, y al enterarme que en indonesio «Vamos» se dice «marikita», me hizo bastante gracia. Me pasaba todo el día diciéndole: «Putu, marikita» e íbamos de un sitio a otro. Era un chico joven que hablaba un inglés bastante macarrónico, pero que le parecía muy bien todo lo que decía, y me llevaba donde quería. Cada día le enseñaba el itinerario del día y él no rechistaba, incluso hacíamos paradas que él consideraba interesantes a mitad de camino. Era un chico bastante valiente y decidido. No dudó un instante en acercarse a este murciélago de dimensiones increíbles para que yo hiciera la foto. Me dijo que si quería él lo agarraba para que yo lo tocara. ¡Ni muerta hubiera tocado ese pedazo de bicho!

¡Putu, marikita!

¡Putu, marikita!

Yo tenía muchas ganas de ver arrozales, esas famosas imágenes de Balí con plantaciones de arroz en terrazas. Primero nos acercamos a ver los arrozales de Tegallalang, pequeños pero muy bonitos. Estuve paseando por los alrededores. Putu me contó que algunos de estos arrozales se mantienen más por ser un atractivo turístico que por la producción de arroz en sí. Muchos restaurantes, tiendas y hoteles deben sus ingresos a los arrozales, así que han pasado a ser una especie de patrimonio nacional.

Arrozal de Tegallalang

Arrozal de Tegallalang

No te preocupes por la época del año que visites Bali, porque siempre habrá arrozales que visitar con un intenso verde. Debido a la bondad del clima y de la tierra, tienes más de 2 cosechas al año, por lo que a lo largo de la isla seguramente encuentres algún arrozar a punto de su recolección o que ha sido plantado recientemente.

Arrozal en Bali

Arrozal en Bali

Los campos de arroz de Jatiluwih son los más conocidos de todo Bali, a unos 60 km de la capital. La carretera que te llevará a Jatiluwih está llena de arrozales de menos tamaño, pero es en Jatiluwih donde las vistas son más impresionantes. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, y justo en frente de los arrozales hay un restaurante donde podrás comer disfrutando de las vistas o donde tomar un refresco y descansar. Es posible dar un paseo entre los arrozales, durante el cual podrás ver los distintos procesos de las plantaciones de arroz.

Arrozales de Jatiluwih

Arrozales de Jatiluwih

Un balinés frente a los arrozales de Jatiluwih

Un balinés frente a los arrozales de Jatiluwih

Incluso en un mismo arrozal puedes encontrar terrazas con arroz a punto de ser cosechado y otras con matas jóvenes de arroz

Plantación de arroz de Jatiluwih

Plantación de arroz de Jatiluwih

Por mucho que planifiques tus visitas, siempre surge una parada, un pequeño templo, un paisaje espectacular, un pueblo por el que quieres pasear, una pequeña cascada. Yo llevaba un planning más o menos cerrado de todo lo que quería ver, pero como me suele ocurrir en mis viajes, descarté algunos sitios por falta de tiempo, pero visité otros, que a pesar de no estar catalogados como grandes atractivos turísticos me parecieron sorprendentes y hermosos. No considero esto una pérdida de tiempo, sino todo lo contrario. Cuando viajas es imposible ver todo lo que las guías recomiendan, y muchas veces me han gustado más lugares que ni siquiera aparecen en catálogos de viajes, y los he disfrutado mucho más como un descubrimiento personal.

Templo en Bali

Templo en Bali

Reconozco que últimamente cuando viajo hago demasiadas fotos, debe ser porque con la facilidad de borrarlas si no me gustan y que hacer muchas o pocas me va a costar lo mismo. me junto a veces con varios centenares de fotografías de cada lugar que visito. Escribiendo este post y subiendo las imágenes, la verdad es que me cuesta elegirlas porque Bali me regaló unos paisajes maravillosos, y muchas imágenes inolvidables. Pasear por los templos balineses es todo un placer, ya que disfrutas al mismo tiempo de paisajes espectaculares, arquitectura indonesia y puedes ser testigo de cómo viven los indonesios su religión.

Templo en Bali

Templo en Bali

Siempre que veo alguna celebración religiosa (en el país que sea), me acerco discretamente y me mantengo un poco alejada. Considero que los turistas debemos respetar ese momento íntimo para ellos e intentar interferir lo menos posible en la ceremonia.

Celebración religiosa frente al mar

Celebración religiosa frente al mar

Entiendo que Bali sea un destino muy solicitado por los turistas, ya que posee una gran belleza y un poco de todo; cultura, montaña, naturaleza, playas. A lo largo de la costa encuentras playas increíbles. Algunas de ellas las conocí por recomendaciones que había leído en algún que otro foro de habla inglesa que visito. Playas que ni siquiera Putu, mi guía-conductor conocía. Playas tranquilas, sin la masificación de otras conocidas y a las que los turistas acudimos en manada.

¿Acaso no merece la pena "perder" algo de tu tiempo disfrutando de algo así?

¿Acaso no merece la pena «perder» algo de tu tiempo disfrutando de algo así?

Comer un pescado a la parrilla recién pescado, darte un baño refrescante, tumbarte al sol, pasear por la orilla. Es una pena que la imagen siguiente no sea de 360 grados para que pudieras disfrutar de la vista de esta playa infinita, con islotes al fondo y cerrada por un espeso bosque.

Playa tentadora de Bali

Playa tentadora de Bali

Uno de los templos más hermosos y conocidos de Bali es el Pura Ulun Danu Bratan, o Pura Bratan, construido sobre las aguas del lago del mismo nombre. Construido en el siglo XVII en honor de Shiva y Parvati. El templo es uno de los iconos balineses, tanto que es la imagen de unos de los billetes indonesios.

Templo de Pura Ulun Duna Bratan

Templo de Pura Ulun Duna Bratan

Reconozco que Asia tiene algo que engancha. Todos los años, al menos una vez, regreso a Asia. Me gusta su clima, su cultura, su cocina y, sobre todo, su gente. También influye que es de los continentes más baratos para viajar. Bueno, viajar no es nunca barato, pero comparando con otros continentes, hoteles, comida y transporte son mucho más económicos.

Pescado fresco a la parrilla a precios asiáticos

Pescado fresco a la parrilla a precios asiáticos

La gastronomía balinesa es muy variada y rica, aunque también es posible encontrar en zonas turísticas restaurantes de comida occidental y restaurantes de comida rápida. Cuando en Asia no sé qué comer siempre pido noodles (fideos), servidos en un cuenco y acompañados de salsas deliciosas.

Otro de los iconos de Bali es el templo de Tanah lot «tierra en medio del mar». SItuado en el oeste de la isla, a unos 20 km de la capital, Denpasar. Al estar construido sobre una roca sólo se puede acceder a él durante la marea baja. Es igualmente hermoso con la marea baja y los visitantes paseando por la playa o con marea alta, cortando el acceso, pero rodeado por el mar. Según la leyenda balinesa, multitud de serpientes venenosas en la base de la roca del templo lo protegen de espíritus malignos.

Templo de Tanah Lot

Templo de Tanah Lot

Es imposible enumerar los templos que hay en Bali, es imposible compararlos, es imposible decidir cuál es más bonito, cuál esta en un lugar más increíble. Es imposible decidirme por el templo de Bali que más me gustó. Si viajas a Bali tómate las visitas a un templo como un todo, a veces templos pequeños e insignificantes se encuentran rodeados de paisajes que quitan el aliento y los hacen grandiosos.

Templo de Bali

Templo de Bali

Durante mi estancia en Bali, dediqué 5 días a visitar la isla de Gili Trawangan, que pertenece a Lombok, una isla de las 3 que forman las islas Gili donde está prohibido el uso de cualquier vehículo a motor. Gili Trawangan merece un post aparte. A mi regreso de las Gili me dirigí directamente a Kuta, el sitio que menos me gustó de todo Bali. Que me perdonen los de Benidorm, pero me recuerda mucho: tiendas, playas atestadas, música atronadora por las calles, mucho tráfico y mucha construcción al lado de las playas. Estuve aquí 3 días, pero con unas horas me hubiera sobrado. Respeto a los que les guste este tipo de lugares, pero definitivamente, a mí no me dicen nada.

Vista de la playa de Kuta desde el hotel

Vista de la playa de Kuta desde el hotel

Ya que Kuta no me gustó, lo utilicé como base para visitar el sur de la isla. Por la tarde me acerqué a ver el templo de Uluwatu, otra de las imágenes más conocidas de Bali. Situado en la península de Bukit, y dedicado a Dewa Rudra, contempla desde el borde del acantilado el mar. Es una de las imágenes que jamás olvidarás de Bali, pero si lo visitas debes tener mucho cuidado con los monos. Acostumbrados a los turistas, suelen saltar sobre ti y llevarse todo lo que pueden: una botella de refresco que sobresale de tu mochila, una cámara de fotos, o cualquier objeto que brille. Antes de entrar al recinto del templo y colocarme el batik (pareo obligatorio para visitar los templos), uno de los guías me recomendó que me quitara todo lo que brillara. Guardé el reloj, las pulseras y un collar que suelo llevar, pero me insistió en que también me quitara los pendientes. Si visitas el templo ten cuidado con ellos. Observé que muchos guías llevan un palo (no más que una rama), y sólo con llevarla hace que los monos no se acerquen porque piensan que serás capaz de defenderte contra ellos. Al atardecer, sobre las 6 de la tarde puedes ver los bailes y danzas en el recinto del templo (de pago. Yo no lo vi porque suelen aburrirme bastante las danzas locales de cualquier lugar, y a los 15 minutos me voy)

Templo de Uluwatu sobre el acantilado

Templo de Uluwatu sobre el acantilado

Si visitas el templo al atardecer, una buena idea es acercarte a las playas de Jimbaran, una playa de enormes dimensiones donde los locales acuden en masa a cenar a cualquiera de los chiringuitos de la playa. Una buena ocasión para observar la vida diaria de los balineses. Muchos llegan a la playa y eligen el pescado fresco crudo en cualquiera de los puestos. Una vez cocinado lo colocan sobre grandes hojas de banano y se lo comen en familia o con amigos en una de las muchas mesas que hay instaladas en la playa.

Balineses comiendo pescado fresco en Jimbaran

Balineses comiendo pescado fresco en Jimbaran

Si te ocurre como a mí, que no te gusta mucho Kuta, te recomiendo esta playa, espectacular de día y de noche. Por las mañanas hay muchos pescadores que regresan de la pesca nocturna y venden el pescado en puestos, y al atardecer y por la noche, es una delicia pasear por su orilla.

Playa de Jimbaran

Playa de Jimbaran

Sólo puedo recomendarte que viajes a Bali, que disfrutes de su cultura, de sus templos, de sus paisajes, de su gastronomía y de su gente. Que «te pierdas» en sus increíbles playas o que simplemente te sientes a admirar paisajes que te dejarán sin habla.